¡Las matemáticas en todas partes!
¡La naturaleza rebosa de objetos matemáticos! ¿No es cierto?
El 18 junio 2014 Ver los comentariosLeer el artículo en



Los numerosos problemas que conlleva la enseñanza de las matemáticas no son indiferentes a nadie. Mucha gente habla de ellos, pero pocos lo hacen de manera concreta. El debate ya es difícil de sobrellevar dentro de la comunidad matemática, y lo es más todavía a nivel del público.
Es por esta razón que el sitio Images des Mathématiques aspira a ofrecer un espacio de discusiones abierto a todos quienes se sienten tocados por estos problemas. Aquí podrán intercambiar sus ideas, sus puntos de vista, y eventualmente aportar elementos de respuesta. El debate será ’’provocado’’ cada mes mediante la publicación de un mensaje acerca de un tema específico, escrito por uno de los responsables de la sección o por cualquier otra persona que lo desee.
A. El Kacimi, F. Recher, V. Vassallo
He aquí un tema a debatir antes de la pausa veraniega. Con un poco de suerte, el verano que pronto va a asomar su nariz nos reservará muy lindas jornadas de sol. Habrá días donde tendremos la impresión que el gran ’’proyector’’ alrededor del cual este bello planeta Tierra gira sin cesar, iluminará cada objeto de una manera tan intensa que revelará hasta el mínimo detalle. Podremos tener entonces la agradable impresión de ver más claro, mejor, más finamente.
Cuando nosotros, matemáticos, profesores, investigadores, profesores-investigadores, discutimos con nuestros amigos, nuestros vecinos, nuestros estudiantes, nuestros alumnos o nuestro entorno más cercano, nos esforzamos por explicarles que nuestra mirada y nuestros conocimientos nos revelan muchas relaciones matemáticas en el mundo que nos rodea.
Con frecuencia -en el otro sentido- los objetos de nuestra vida cotidiana, obras humanas o presentes en la naturaleza, casi nos hablan de ese mundo de ideas matemáticas construido por millares de sabios durante siglos.
Nuestra mirada de matemáticos ilumina, por lo tanto, nuestras vidas de una manera particular. Procuramos, a veces en vano, compartirla con los demás, y a menudo nos sentimos frustrados al encontrarnos sintiendo una espantosa soledad. Pero, si las matemáticas de verdad están por todas partes, ¿por qué no se les ve tan fácilmente? Por qué a nuestros amigos, a nuestros vecinos, a nuestros estudiantes o a nuestro entorno más cercano, les cuesta tanto ver lo que nosotros, los matemáticos, vemos? ¿Por qué las personas son naturalmente sensibles a la música, mientras que una fórmula matemática, una curva, una superficie, un embaldosado lleno de simetrías, en resumen, un hermoso objeto matemático, tarda tanto tiempo en alcanzar el lugar de nuestras emociones?
Comparte este artículo
Para citar este artículo:
— «¡Las matemáticas en todas partes!» — Images des Mathématiques, CNRS, 2014
Comentario sobre el artículo