Los hongos de Penrose

El 4 diciembre 2011  - Escrito por  Luc Hillairet
El 4 diciembre 2011  - Traducido por  Julio E. De Villegas, Jimena Royo-Letelier
Artículo original : Les champignons de Penrose Ver los comentarios
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Donde se trata de alumbrar una pieza con una sola lámpara, hablando un poco de billares, de elipses ... y de hongos.

Billar y problema de iluminación

El juego (matemático) del billar consiste en un primer tiempo en elegir una mesa $T$, no necesariamente rectangular, y colocar una bola encima [1]. Después de haber golpeado esta bola, se desplaza (idealmente) en línea recta hasta que topa con el borde. Cuando la bola toca el borde, rebota siguiendo la llamada ley de Snell-Descartes. Esta estipula que el ángulo de la trayectoria con el borde después del rebote (que se llama el ángulo reflejado) es igual al ángulo de la trayectoria con el borde antes del rebote (llamado ángulo incidente). Se deja de lado así toda clase de efecto y para simplificar aún más se supone que la bola está representada por un punto.
Eventualmente se añade algunos agujeros en el borde donde la bola se detiene.
Se obvia entonces toda disipación de energía. La bola continúa así indefinidamente hasta que no caiga en un agujero.

Si se considera que el borde de $T$ es un espejo, la ley de Snell-Descartes es la de la óptica geométrica. Un rayo de luz que se propaga dentro de $T$ y que se refleja en el borde sigue la misma trayectoria que nuestra bola de billar.

La siguiente figura ilustra la trayectoria de una bola sobre una mesa dibujada un poco arbitrariamente.

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Un billar

En cada rebote, los ángulos reflejados e incidentes son medidos en relación a una recta particular que se llama tangente al borde [2]. Esta recta puede obtenerse de la siguiente manera: Cuando uno acerca la vista un gran número de veces sobre un punto del borde, el borde acaba por parecerse a una recta (de la misma manera que la Tierra nos parece plana, aunque no lo es cuando se la observa desde el espacio).
Basta entonces con alejarse guardando en la memoria la dirección de esta recta, de manera de poder trazarla sobre la figura inicial. Puede ocurrir que a esta construcción le falte algo en algunos puntos del borde. Se supone entonces que en cada uno de esos puntos se encuentra un agujero en el cual la bola cae. Esto pasa por ejemplo cuando el borde hace un ángulo.

Uno puede entonces plantearse las siguientes preguntas.

Problema 1 : Dada una mesa $T$, ¿es posible encontrar dos puntos $B$ y $R$ en $T$ tales que una fuente luminosa que emite en todas direcciones no ilumine a $R$ al ser colocada en $B$ ?

En la terminología del billar, se busca dónde colocar dos bolas, una blanca y la otra roja, de manera que sea imposible jugar la bola blanca $B$ para que logre tocar la bola roja $R$. Digamos de inmediato que no se coloca restricciones sobre el número de rebotes que haga la eventual trayectoria de $B$ a $R$.

Este asunto puede ser dado a conocer de la manera siguiente.

Problema 2 : Dibujar una mesa $T$ en la cual sean necesarias al menos dos fuentes para iluminar todos los puntos de $T$.

En el primer problema, una fuente colocada en $B$ no iluminará a $R$,
pero no es imposible que una fuente situada en otra parte ilumine todo el billar. En cambio, sobre la mesa del problema 2, donde sea que se coloque la bola $B$, habrá (al menos) una posición de $R$ que haga imposible el golpe.
Así, la mesa del problema 2 responderá siempre al problema 1, pero lo inverso no es forzosamente verdadero.

Comentemos también que una mesa que responda al problema 1 o 2 será a priori un poquito retorcida.

Billar en una elipse

Las elipses son curvas especiales del plano, que uno puede definir de la siguiente manera. Una elipse está caracterizada por el dato de dos puntos $F$ y $F'$ y por un número $R$ (estrictamente más grande que la distancia de $F$ a $F'$). La elipse está entonces formada por puntos $M$ que verifican la siguiente propiedad :
\[ MF + MF' = R, \]
donde $MF$ (respectivamente $MF'$) nota la distancia de $M$ a $F$ (respectivamente de $M$ a $F'$). Los puntos $F$ y $F'$ son llamados los focos de la elipse.

Desde un punto de vista práctico, para dibujar una elipse basta por lo tanto con tomar un cordel terminado en dos clavos o chinches, colocarlos en F y F’ y luego extender el cordel con el lápiz. Haciendo girar el lápiz alrededor de los clavos o chinches (siempre manteniendo el cordel extendido) se dibuja una elipse.

Haciendo semejante dibujo, o examinando la definición, uno puede convencerse que una elipse tiene dos ejes de simetría: la recta que pasa por los focos (que se llama eje focal) y la mediatriz del segmento $[FF']$.

Las elipses son conocidas desde la Antigüedad y aparecen regularmente en variados campos de las matemáticas y de la física. Así, la primera ley de Kepler asegura que cada planeta del sistema solar describe una elipse, uno de cuyos focos es el Sol. [3]

De manera abusiva (al menos para un matemático) se llama también elipse la región del plano bordeada por la curva anterior y que contiene los focos (es también el conjunto de los puntos tales que $MF + MF' \leq R$).
Ésta será nuestra mesa de billar en esta parte. [4]

Las elipses poseen una propiedad óptica notable, ilustrada en la figura siguiente y que se enuncia así:

«Todo rayo emitido desde un foco, una vez reflejado por el borde de una elipse, pasa por el otro foco

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La propiedad óptica de las elipses

Esta propiedad, o más exactamente su interpretación acústica, explica por ejemplo que en ciertas estaciones del metro [5] se escuche de manera muy diferente una conversación que hay en el otro andén. De la misma manera como las ondas luminosas rebotan sobre un espejo, las ondas sonoras rebotan sobre la bóveda (cuasi-) elíptica. Una persona situada en un andén cerca del foco, escucha por lo tanto lo que ocurre en el andén de enfrente, cerca del otro foco.

Donde se muestra la propiedad óptica

Hay muchos modos de mostrar la propiedad óptica de las elipses.
Aquí damos una idea de demostración.

Para esto, debemos comenzar por volver a nuestra definición de tangente.
Después de habernos acercado bastante sobre el punto $M$ de la elipse, esta última se parece a la tangente, y separa por lo tanto el interior de la elipse (ahí donde $MF+MF'$ es menor que $R$) y el exterior (donde es mayor).

Toda otra recta que pasa por $M$ atraviesa entonces la tangente, y entra por lo tanto al interior de la elipse. Como no puede quedarse adentro, necesariamente debe salir por otro punto de la elipse. En otras palabras: ’’toda recta que pasa por $M$ y que no es tangente a la elipse, corta la elipse en un punto distinto de $M$’’.

Ahora, retomemos nuestro punto $M$ sobre la elipse de focos $F$ y $F'$ y tracemos la bisectriz $D$ al ángulo suplementario a $FMF'$. Introduzcamos el punto simétrico $F''$ de $F'$ en relación a esta bisectriz (vea la figura de abajo).

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D es la bisectriz del ángulo suplementario a FMF’

Por simetría, los puntos $F, M$ y $F''$ están alineados. Como en el plano la recta es el camino más corto, esto implica que, para todo otro punto $M'$ de $D$, se tiene
\[ (F'M'+M'F =)\ \ F''M' +M'F \ >\ F''M + MF \ \ (=\ F'M +MF), \]
(donde se ha utilizado además la simetría para los paréntesis). Así, todo otro punto $M'$ de $D$ está fuera de la elipse y, por lo tanto, $D$ es la tangente.

Comentemos que a la pasada hemos probado las dos cosas siguientes

  1. Al igual como sucede con la circunferencia, la tangente en $M$ es la única recta que encuentra la elipse sólo en un punto.
  2. En cada uno de sus puntos $M$, la elipse está a un solo lado de su tangente.

Esta propiedad óptica tiene una consecuencia sobre las trayectorias del billar. Dado un punto $M$ del borde, tracemos la línea segmentada $FMF'$. La propiedad óptica anterior dice que esta línea es un pedazo de trayectoria (salida de uno de los dos focos, que rebota en $M$ y pasa después por el otro foco).
Nosotros la llamamos separatriz. En efecto, esta trayectoria separa las otras trayectorias que rebotan en $M$ en dos tipos:

  • las que llegan entre la separatriz y el borde (y que parten de nuevo entre la separatriz y el borde),
  • las que llegan entre los dos pedazos de la separatriz y que parten de la misma manera.

Esta separación influye sobre el lugar donde una trayectoria del billar corta el eje focal.

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Un tipo de trayectoria
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El otro tipo de trayectoria

Así, en el primer caso, la trayectoria rebota de nuevo antes de cortar el eje focal, o bien corta dicho eje fuera del segmento $FF'$ (vea la figura de la izquierda). En el segundo caso, la trayectoria corta el eje focal entre los focos, justo antes y justo después del rebote (es decir, antes de encontrar de nuevo el borde): este es el caso de la figura de la derecha.

Finalmente, una trayectoria que corta el eje focal entre los focos no lo cortará de nuevo nunca en el exterior del segmento $[FF']$ y, recíprocamente, una trayectoria que corta el eje focal en el exterior de $[FF']$ no volverá a cortarlo nunca entre los focos.

Esta dicotomía permitió a Penrose [6] construir mesas de billar que responden a los problemas 1 y 2 [7].

Los hongos de Penrose

Se comienza por cortar una elipse en dos, siguiendo el eje focal, y se guarda solo la mitad superior. Este es el sombrero de nuestro hongo.

Se agrega un pie y dos pequeños lóbulos, cuyas formas no tienen importancia, pero tales que

  • el pie esté unido al sombrero por un segmento incluido en $FF'$,
  • los lóbulos estén unidos al sombrero por una y otra parte de los focos.
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La bola blanca nunca tocará a la roja

Este hongo responde al problema 1: si uno coloca la bola blanca $B$ en el pie y la bola roja $R$ en uno de los lóbulos, no existe trayectoria que una a $B$ con $R$. En efecto, toda trayectoria salida de $B,$ cuando salga del pie, va a rebotar sobre la parte elíptica del sombrero. Después de ese primer rebote, va a regresar al pie o va a rebotar entre los focos. Después de ese rebote entre los focos, va a golpear de nuevo en la parte elíptica del sombrero siguiendo una trayectoria de la elipse que corta el eje focal entre los focos. La historia se repite entonces, y la trayectoria no podrá jamás atravesar el eje focal en el exterior de los focos para llegar a la bola $R$.

No es inmediato que ese hongo responda al problema 2.
En efecto, si es claro que una fuente situada en uno de los lóbulos no iluminará el pie (y recíprocamente), es posible que una fuente situada en la semi-elipse que forma el sombrero ilumine todo el hongo.

Para construir un hongo que responda al problema 2, basta con añadir una volva o taza al pie. Esta última se construye, tal como el sombrero, con ayuda de una semi-elipse y dos lóbulos añadidos en el exterior de los focos. Para iluminar el hongo, se necesita una fuente en el sombrero (para iluminar los lóbulos del sombrero) y una en la volva (para iluminar los lóbulos de la volva). Es posible generalizar esta construcción para obtener un billar para el cual sean necesarias 3 fuentes (o 4, o cualquier otro número), pero ahora se parece muy poco a un hongo. [8]

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Un champiñón y su volva

Algunas referencias

  1. V. Klee, Is every polygonal region illuminable from some point ? Amer. Math. Monthly, 76 (Feb, 1969). (Una página simple, en inglés, que plantea el problema para los polígonos)
  2. H.T Croft, K. J. Falconer, R.K Guy, Unsolved Problems in Geometry, Springer-Verlag, New-York, 1991. (Para los aficionados a la geometría y a los problemas abiertos)
  3. J. Rauch, Illumination of bounded domains. Amer. Math. Monthly, 85 (May, 1978). (Para los billares que necesitan numerosas fuentes)
  4. G.W. Tokarsky, Polygonal rooms not illuminable from every point. Amer. Math. Monthly, 102, (Dec.,1995). (El mismo problema pero en los polígonos, respondiendo así a la pregunta planteada en la primera referencia de arriba).
Post-scriptum :

Gracias a Serge Cantat, Magali H., Jean H., Claire Lacour, Julien, Julien Michel, Pierre de la Harpe, Cédric Couliou, Clément Caubel y a Michel Coste por sus prudentes comentarios sobre las versiones no definitivas de este artículo. Gracias a Carole Gaboriau por la ayuda técnica.

Artículo original editado por Serge Cantat

Notas

[1Este juego de billar así como un juego dual está descrito en el artículo Quand les matheux jouent au billard...de este sitio. Ahí se trata también acerca de la elipse.

[2Aquí tomé algunas libertades con el uso que quiere que los ángulos incidentes y reflejados sean medidos en relación a la recta perpendicular a la tangente (la normal en el borde).

[3Se puede consultar también el excelente sitio
mathcurve.com para revisar numerosas otras propiedades de las elipses, o incluso
éste.

[4Buscar «billar elíptico» en esta página
para probar una mesa así.

[5El de París al menos; no he hecho el experimento en otra parte.

[6Sir Roger Penrose : matemático y físico británico, famoso (en otras) por el estudio de las teselaciones cuasi-periódicas que llevan su nombre. Vea Wikipedia o aquí.

En nuestro sitio también se puede leer acerca de las teselaciones de Penrose: en este artículo o en esta nota (NDLR).

[7Según el «Mathematical Omnibus» de Fuchs y Tabachnikov, parecería que esta construcción se debe a R. Penrose ... y a su padre, L. Penrose, psiquiatra y genetista (gracias a C. Caubel por este comentario).

[8Semejantes billares están representados en el artículo de Rauch mencionado en las referencias.

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Para citar este artículo:

Julio E. De Villegas, Jimena Royo-Letelier — «Los hongos de Penrose» — Images des Mathématiques, CNRS, 2011

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